jueves, 22 de julio de 2010

Un momento de quietud



Un atardecer, tras el entreno, todo parece verse de otra forma, desde otra perspectiva, y es que el deporte, crea en las personas un estilo de vida propio, a la vez que te enseña tus propias limitaciones.
Me fascinan los atardeceres, son un momento mágico, único, que detendría el tiempo en esos instantes.Son mi masaje espiritual,y los necesito, casi más que el masaje físico, porque los que llegamos a las carreras con el afán de superarnos o de ganar, aunque no lo logremos, estamos transmitiendo mucha fuerza a la mente desde antes de la carrera, aparte del nervisismo que nos acecha a veces.Entonces es pues, cuando hay que pensar en esos momentos, en los que estaremos sentados divisando la cadena de sierras que hay detrás de la Peñarrubia, en Lorca, como en la foto, o la otra, el Pantano de las Anchuricas, en La Toba, Sierra de Segura.
Estando sentado allí, nunca se podrá volver el tiempo atrás, así que, ¿por qué no sentarse agusto contemplando el paisaje con una victoria en las piernas?, es ahí la cuestión, MENTALIDAD GANADORA.