Muchísimas gracias a todos por vuestras felicitaciones
por teléfono y Facebook tras volver a ganar una prueba con mi hijo en
brazos tras los meses tan duros que llevo después del fallecimiento de
mi padre y después el de mi madre. No está siendo un año fácil pero
cuando recogí al niño a escasos metros de meta todo pareció camuflarse y
llenarse de esas alegrías que la vida misma me ha quitado con tales
pérdidas. El 2017 me ha dado lo más grande que una persona puede tener,
el nacimiento de un hijo y a la vez me ha quitado a mis padres.
Por eso, cuando ayer hice los últimos 100 metros de la prueba andando
con mi hijo en brazos y la gente aplaudiendo enriqueciendo cada paso que
daba y cada paso que restaba a la línea de meta y mi mujer esperándome
allí, se me pasaron tantas cosas por la cabeza que no podía contener
tantas emociones.
Por ello también, quiero compartir con todos
vosotros, con todos y cada uno de los que me siguen, me apoyan y me
animan, cada zancada que doy en cada prueba en la que compito.
Muchas gracias amigos, va por y para vosotros.