domingo, 8 de agosto de 2010

Una vida llena de emociones.


Hay que ver como funciona esto, esto del vivir.
Tanto pensar en algo, tanto lucharlo, para que una mañana te despiertes y te digas, "ya pasó todo".Un finde de los que me gustan a mi, donde en el coche, hasta Cabo de Palos, después a Murcia, al día siguiente hasta Calabardina y de regreso a Lorca, me pongo Enya casi a todo volúmen y abro las ventanas y el techo del coche,sin pasar de 100 km/h, son muchos momentos, muchos recuerdos que te vienen a la cabeza, no puedo evitar emocionarme de algunos, y otros, me hacen alzar la mirada al horizonte, a lo más lejos de mi vista, y decirle a la vida, "¡¡¡ qué grande eres !!!, haces de nosotros lo que quieres, y llega un momento que sin saberlo ni pensarlo, te ves envuelto en una situación que te haces preguntas sin respuesta, pero siempre se sacan las cosas positivas y te quedas con lo bueno de todo, esa es la grandeza de las cosas insignificantes por la mayoría de la gente.

El deporte me ha dado lo mejor de mí, me ha hecho humilde y ganador al mismo tiempo, me ha enseñado muchísimas ciudades, muchísimos amigos,y saber relajarte en parajes maravillosos porque después de un gran entreno o una carrera te quedas como vacío de energías antes de llegar a la inminencia de la realidad.