lunes, 14 de febrero de 2011

DUATLON SAN PEDRO DEL PINATAR. (MURCIA).

Algún día... en algún lugar, recordaré esta época de mi vida, época en la que me encuentro, anímicamente y físicamente mejor que nunca, y he de aprovecharlo en todos los sentidos.
La publicación de mis palabras pone el talento en juego, y no tengo donde esconderme, porque nunca pensé escribir tanto sobre mí, y donde busco que algún día me recuerden como persona, antes que como deportista.
La fuerza única más poderosa que un atleta busca es la admiración de una persona, y  a veces necesitamos de la ayuda de nuestra imaginación para superar el listón en el que nos encontramos, porque no es tarea fácil ser buen atleta, caer bien y ser humilde al mismo tiempo, es lo que yo llamo "hombres llenados de valor".
Esos son mis ídolos como decía en un artículo anteriormente, atletas con talento, con valor, con honor,...
Esta mañana, en el periódico AS, en Cartas al Director, he leído un artículo de un arbitro que hablaba de la deportividad que había vivido en un estadio en un partido de fútbol de juveniles, y he visto que tengo razón muchas veces cuando digo que aún hay buena gente por la vida, y a mí, muchos de vosotros me lo demostrais continuamente.

Sé que hay gente que no lo vió bien, el ayudar a Rubén Galván a ganar, que me llegaron a decir que "no lo compartían". Personalmente,algún día recordaré aquel Duatlón del día 12 de febrero de 2011 como una carrera que asombré hasta a mi Presidente de Club.
Para mí, todos son rivales dentro de carrera, pero muy amigos míos fuera de ella, y más Rubén, gran rival pero más gran amigo mío, así que siempre que esté en mi mano, la extenderé cuando lo crea conveniente.

Seré claro,natural y sincero, sin esconder nada:
Calentando con Rubén Galván, le dije que si llegábamos juntos, que ganara él, porque me sentía mal el haber ganado el Duatlón de Los Camachos cuando él iba por delante y por una equivocación de un voluntario en un cruce hiciese unos metros más en bici, cosa que yo ni me percaté en aquel día, sino le espero, y cosa que jamás se sabrá si hubiese ganado él o yo.
Todo salió tal lo planeado, hacer el 5000 relativamente cómodo,  escaparme en bici en solitario y esperar su llegada. La cosa pintaba bien, cogimos la bici 3 corredores, nos relevábamos comiendo poco a poco kms, yo miraba continuamente hacia atrás a la espera de Rubén.
Km 5, Rubén se aproxima en solitario, viniendo desde atrás, señal de que venía pegando palos, así que antes de que enlazara, arranqué con el 12 a más de 50 km/h con viento en contra y me fuí en solitario con un muy buen ritmo, solo falta que Rubén deje a Jose García y llegue a mí.  Yo mientras a ritmo mirando continuamente hacia atrás para ver el ataque de Rubén y esperarle.
Km 12, enlaza conmigo, nos ponemos a bloque juntos, imposible que nos cazen por el ritmo que pusimos los dos y con buen entendimiento.
km 20, a boxes, nos ponemos a correr sabedores de que el trabajo estaba hecho.
Yo siempre lo he dicho, en Duatlón hay que correr mucho, pero la clave está en la bici, es la que te va a dejar en el sitio, de echo, los mejores Duatletas y Triatletas del mundo, vienen de la bici.

La llegada a meta, fue tan emotiva como el espectáculo que pudimos ofrecer Rubén y yo en la bici para el público allí presente, en gran cantidad por cierto.
Desde 200 metros antes de Meta, nos cogimos la mano y levantamos los brazos juntos, cediendo el 1º a Rubén y yo 2º a 1 metro, compartiendo juntos el primer puesto. Noté que la gente aplaudía con ganas, con fuerza, con admiración para muchos, extrañez para otros, pero la deportividad y el honor prevalece ante una Victoria más.
Espero que esto sirva como ejemplo a esos niños que vienen por detrás,y que agradezco enormemente sus ánimos hacia a mí y sus chillidos cuando pasaba por delante de ellos, especialmente los niños del Club Triatlón Caravaca y los de Cartagena. "Sois el futuro y todos unos grandes campeones".

"Supongo que el legado del ganador es la inspiración que nos aporta la verdad y la belleza que puede surgir de ella.. "  (Paulo Coelho).